Magia de amor sorprendente con la mejor vidente, Alicia Collado

Nada en la naturaleza sucede por casualidad. Cada día, cada segundo de nuestra vida y de los demás tiene un significado, símbolos asignados, signos de números, cuyo conocimiento es la clave para comprender y controlar la propia vida emocional.

Una mujer que tiene los conocimientos adecuados puede aumentar fácilmente la eficacia de su “atracción” natural, es decir, el coqueteo o varios tipos de técnicas seductoras.

El orden de nuestra vida está subordinado al movimiento del Sol en relación con nuestro planeta

Todas las mañanas, así que el amanecer es el momento en el que todas nuestras fuerzas cobran vida, somos lo más vital, estamos abiertos a nuevas soluciones, llenos de optimismo, y también es el mejor momento para sanar los sentimientos heridos con amarres de amor.

Por otro lado, la velada que corona el final de la jornada es un momento de resúmenes, de resolución de disputas nacidas durante el día y de alivio de cualquier ansiedad que pueda perturbar nuestro sueño. No solo el amanecer y el atardecer son importantes, sino también los colores acompañantes que envuelven el cielo.

El uso de hechizos se basa en el uso de dos energías que están presentes durante el día

Cada día de la semana tiene un tipo diferente de energía dominante (masculina o femenina), un planeta diferente, un color diferente y un árbol diferente. Sus aplicaciones mágicas representan una gama real de posibilidades, desde secretos femeninos hasta curación y superación personal.

Dado que las posibilidades parecen infinitas, es importante recordar que con tan grandes posibilidades hay que tener en cuenta el enfoque adecuado a los hechizos y todo tipo de procedimientos mágicos. Es obvio que debemos concentrarnos en el objeto de nuestros suspiros; no puede tener un sentimiento puramente físico como la atracción sexual, porque incluso la magia más fuerte no tiene nada que ver en ese momento.

Nuestro propio consenso es esencial: debemos abandonar la crítica y la defensa constante. La naturalidad es una de nuestras mayores fortalezas, por lo que si hacemos todo lo posible para que nada del acuerdo sea significativo, llegaremos a nuestro destino.

Necesitamos saber hasta qué es bueno para nosotros, pero también qué es bueno para la persona que amamos

No basta con ser bueno. La bondad es relativa: puede dañar a alguien, ayudar a otro, por lo que es importante que sepamos y sintamos por qué queremos hacer feliz a alguien. Necesitamos sentir que nuestra comprensión de la felicidad armoniza con la felicidad de la otra persona.

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